domingo, 31 de julio de 2011

{BaDeul} A new beginning

Titulo: A new beginning
Autora: Poppin
Parejas: BaDeul {Baro x Sandeul}
Género: Drama | Lemon
Clasificación: [G]~ mas adelante [NC-17]~



Capítulo 1


Un chico de cabello castaño, mirada perdida y con una gota de sudor recorriendo su rostro y perdiéndose por su pecho se dirigía al edificio de la WM Entertainment. Aquel día era muy importante para él ya que por fin conocería el resultado de las audiciones al las que se presentó hace un mes.

Desde pequeño había querido cantar, y se le daba muy bien. Su voz era fuerte y cuando cantaba en su rostro se notaba lo feliz que era al hacerlo. Su vida había girado en torno a la música, y su sueño era ser un cantante.

Se levantó del asiento que ocupaba en el autobús cuando su parada estuvo cerca. Pulsó el botón de “STOP” y, cuando el autobús paró en frente del enorme edificio gris, se bajó lentamente.
No tenía prisa alguna. Se había levantado pronto aquella mañana. A decir verdad no había dormido nada aquella noche. Sus nervios no le dejaron pegar ojo. Solo esperaba que aquello no le pasara factura en la reunión.

Caminó con paso decidido hasta la puerta del edificio. Su mirada fija en esas enormes puertas giratorias por las que entraban y salían cientos de personas, algunas ilusionadas, otras no tanto.

Tan concentrado estaba en sus propios pensamientos que no se dio cuenta de que había tropezado hasta que no cayó al suelo.

-¿Estás bien?- un chico castaño y alto, de pelo largo y con gafas de montura gruesa estaba parado en frente de él, tendiéndole una de sus manos para ayudarle a levantarse.

-Si, lo siento. No estaba prestando atención- cogió su mano fuertemente y de un impulso se levantó del suelo, frotándose en pantalón por si se había manchado.

-No importa. Nos vemos- dijo el chico, entrando por la puerta giratoria en cuanto tuvo ocasión.

El chico le siguió con la mirada, y sin dudar se metió al edificio, aumentando así sus nervios. Por dentro el edificio era enorme, y había gente por todos lados. Da igual hacia donde miraras, encontrabas gente allí donde miraras, hablando, ensayando la coreografía, aclarando la voz, llorando o gritando de felicidad.

Una pequeña sonrisa se instaló en el rostro del chico. Al ver a toda esa gente se vio más confiado. Por supuesto que si ganaba iba a estar feliz, sería lo mejor que le podría pasar, pero si no lograba pasar tampoco pasaba nada. Podría probar otro año. Había mucha más gente que le pasaba y allí seguían, dándolo todo por sus sueños.

Se acercó a recepción para pedir información del lugar donde se celebraría la reunión en la que se anunciaría a los ganadores de la audición para formar un nuevo grupo.
La mujer le indicó amablemente el lugar y el chico le agradeció con una reverencia y se marchó hacia el lugar corriendo.

Al pasar por aquella puerta, que daba como a una especie de teatro, un golpe de calor casi lo derrumba al entrar. La sala estaba llena de gente, el sonido de sus conversaciones se escuchaba por toda la sala, y encima del escenario estaban las personas que le juzgaron en su audición.

Se adentro, caminando entre la gente hasta estar en uno de los lados, ya que quedarse en el medio de la sala sería como buscar la muerte. Esperó sentado en una de las sillas que allí había, mientras se daba aire con la mano y observaba a los chicos que se encontraban allí. Todos parecían ser muy buenos, y se estaba empezando a cuestionar el si podría pasar habiendo allí tanta gente.

Por fin, después de esperar una hora, en la que había sufrido internamente, las personas del escenario pidieron silencio y comenzaron a decir nombres, los cuales leían en una lista.
Así pasó media hora, mientras la sala se vaciaba poco a poco. Seguía habiendo mucha gente, demasiada, pero cada vez disminuía más y más.

-Lee JungHwan- miró a todos lados esperando a que aquella persona acudiera al escenario pero nadie salió o hizo algo.

-¿Está Lee JungHwan?- el chico se quedó en blanco por un momento cuando por fin se dio cuenta que le estaban llamando a él y no se había dado cuenta.

-¡Aquí!- gritó dando un salto al levantarse y salir corriendo hacia el escenario, con una sonrisa imborrable en los labios.

Desde el escenario podía ver la gran cantidad de gente que aún había. La verdad es que aún no podía creérselo. Había sido escogido de entre todas aquellas personas. Él, un chico patoso y aniñado que soñaba desde hace años con estar allí.
Sin querer, mientras la señora seguía diciendo nombres a su lado, un grito de victoria salió de improvisto de su boca, haciendo eco en el lugar y llenando la sala de risas por parte de algunos chicos que estaban esperando aún. La señora le miró con reproche y él pidió perdón.

Espero unos segundos antes de que la misma señora les guiara hasta una puerta y les mandara entrar por ella. Entraron todos los chicos que ella había nombrado anteriormente y se sentaron en los asientos que allí habían.

Era una sala pequeña y completamente blanca e inmaculada. Incluso los asientos eran blancos. Solo un reloj plateado contrastaba en aquella habitación, colgado de un de las paredes.
Fue en aquel momento cuando se fijó en las personas que lo acompañaban. Todos eran hombres, de diferente contextura y estilo. Se sorprendió cuando vio al chico alto de gafas con el que tropezó aquella mañana. Él pareció no acordarse, además de tener la mirada perdida en la pared contraria, como si fuera lo más interesante del mundo.

-Hola- se atrevió a decir JungHwan después de unos segundos en silencio.

-Ash! Esperaba a que alguien dijera algo- dijo uno de ellos, un chico moreno, aunque la gorra tapaba la mayor parte de su cabeza, y una linda sonrisa juguetona y divertida adornaba su rostro.

-Yah! Aún no me creo que este aquí- dijo más abierto por la intervención del otro –Soy Junghwan, ¿y ustedes son..?-

-Me llamo SunWoo. Yo también estoy sorprendido-

-No vemos de nuevo- dijo el chico de las gafas, refiriéndose a JungHwan.

-Si, ya me fijé. Estuve por decírtelo antes pero parecías estar pensando algo y no quise molestarte- JungHwan sonrió, sacando la lengua y ladeando la cabeza.

-Me llamo JinYoung y este es DongWoo. Nos conocimos hace unas horas- el chico que habló sonrió, mientras DongWoo le daba un codazo suave en las costillas.

-Puedo presentarme yo solo- dijo el chico molesto. Todos rieron, incluyendo el chico que aún no había hablado. Los cuatro chicos se giraron y le miraron, como diciéndole que se presentara.

-No me miren así. Soy GongChan, encantado- se levantó y hizo una reverencia para todos. Se sorprendieron por el acto pero rieron por la formalidad del chico.

-Yah! No hace falta eso. Ahora estamos entre amigos- hablaba SunWoo, pero todos lo pensábamos –Por cierto, ¿cuántos años tienen? Quiero saber quién es mi hyung aquí. Yo soy del 92-

-¡Yo del 93! Seguro que soy el maknae. Todos ustedes se ven mayores-

-¿Nos estás llamando viejos?- JinYoung frunció el ceño pero todos sabíamos que bromeaba.

-Nosotros somos del 91, pero soy mayor que él. Durante la hora de espera nos dio tiempo a conocernos- esta vez habló DongWoo, adelantándose a JinYoung.

-Pues yo también soy del 92- dijo JungHwan mirando al chico de la gorra.

-¿En qué mes naciste? Seguro que eres mi hyung porque te ves mayor que yo-

-Soy de Marzo, pero no me veo mayor que tú- JungHwan le pegó un empujón al otro, mientras este reía por el comentario.

-Veis- soltó el menor, haciendo que todos se giraran para verle –Sabía que eran mis hyungs, se ven mayores-

-Puesto que somos tus mayores, deberías tenernos más respeto, ¿no?- dijo SunWoo cogiéndole de la mejilla.

-Claro hyung- Gongchan intentaba zafarse del agarre del otro pero no lo conseguía, y las caras que ponía hicieron que los otros tres chicos comenzaran a reír.

Estuvieron hablando tan solo unos minutos más hasta que un hombre mayor les llamó por otra puerta, al lado contrario de la puerta por la que habían entrado. Ninguno se había dado cuenta que estaba allí hasta ese momento.

Ya en la otra sala, donde habían otros tres hombres más aparte, les dejaron en un lado de la sala y los hombres callaron y les miraron uno por uno, como si estuvieran estudiándolos detenidamente.

Mas tarde les invitaron a sentarse alrededor de la gran mesa redonda que había a un lado de la sala y que estaba llena de papeles y fotos de chicos que se habían presentado a la audición. Entre aquellos papeles estaban los datos de aquellos cinco chicos con sus respectivas fotos.

El hombre mayor empezó a hablar, contándoles lo que sería su vida a partir de aquel momento. Ellos cinco formarían un nuevo grupo de música, el cual esperaban que fuera famoso. Uno de aquellos hombres que estaba allí sería su manager. Era alto, moreno y de sonrisa amable. Estuvieron hablando sobre como debería ser su actitud a partir de ahora, de su apretado horario, y de lo mucho que se tendrían que esforzar para conseguir llegar a lo más alto.

Sería duro y tendrían que darlo todo para conseguirlo, pero así era si querían llegar a ser famosos.